Un diminuto arbolito emerge, lleno de misterio, en el corazón del Bosque Encantado. Sus hojas, teñidas de un rojo profundo como los rubíes, destellan bajo los rayos dorados del sol. Ramas entrelazadas parecen brazos extendidos en un abrazo ancestral. Dos venados majestuosos, con astas erguidas, lo contemplan con ojos centelleantes, sus pelajes reflejando la gama cálida del entorno. El viento susurra secretos antiguos entre sus hojas, mientras el arbolito y los venados guardan los enigmas del bosque rojo y dorado.